Fenómeno de El Niño: efectos en la agricultura colombiana

El fenómeno de El Niño está dejando su huella en Colombia, manifestándose a través de fuertes sequías e incendios forestales que están afectando especialmente la agricultura en áreas como la región Caribe, la Orinoquía, el norte de la Amazonia y algunas zonas de la región Andina.

En los últimos meses, Colombia ha experimentado un notable incremento en las temperaturas, superando los promedios habituales debido al fenómeno de El Niño. Este evento climático se ha manifestado con mayor intensidad en zonas como la región Caribe, la Orinoquía, el norte de la Amazonia y ciertas áreas de la región Andina. En algunos territorios, se han registrado sequías, heladas, incendios forestales y reducción de lluvias.

De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, el fenómeno de El Niño es un evento climático que se genera cada cierto número de años por el calentamiento del océano Pacífico. La entidad señala que se extenderá hasta junio de 2024, y luego, el país entrará en una transición hacia el fenómeno de La Niña.

Este evento natural repercute negativamente en el sector agropecuario: variaciones en el rendimiento de algunos cultivos; disminución del caudal de los ríos; incremento en el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua, tanto para riego, como para consumo animal y consumo humano.

Desde que se declaró oficialmente el fenómeno de El Niño en Colombia, el 4 de noviembre de 2023, conforme al boletín Así va EL Niño del Ministerio de Agricultura, se han registrado 80 687 hectáreas de cultivos agrícolas afectadas por este evento natural. El documento también señala que: “Por déficit hídrico hay 59 554 hectáreas afectadas, mientras que por heladas son 18 686. Los incendios, por su parte, han provocado afectaciones en 1609 hectáreas”.

Variaciones en los precios de los alimentos

Según el informe El fenómeno de El Niño sorprende en intensidad y duración de Corficolombiana, la sequía producida por este evento climático afectará la actividad de los sectores agropecuario y energético, resultando en una disminución en cada sector de 0,3 puntos porcentuales, pps, en el crecimiento anual del presente año. En su conjunto, detalla la entidad, esto se traduciría en una afectación aproximada de 0,04 pps en la producción nacional para 2024.

Durante la presentación del informe, César Pabón, director ejecutivo de investigaciones Económicas de Corficolombiana, dijo que los cultivos que se verán más afectados serán las siembras de arroz, plátano, caña de azúcar, yuca y papa; y en el sector ganadero: la leche, cuya oferta disminuye por la sequía.

La entidad indicó que el fenómeno de El Niño genera una presión inflacionaria en el rubro de alimentos, especialmente en el componente de productos perecederos. Así las cosas, para 2024 su impacto se estima en 0,9 pps.

Caballo pastando en la vereda El Palmar, Girardota, mientras los habitantes de la zona se preparan para enfrentar los retos del clima cambiante y la escasez de agua debido al fenómeno de El Niño.
Según el Ministerio de Agricultura, los datos preliminares del informe «Así va El Niño» muestran afectaciones en 431.783 hectáreas debido al déficit hídrico, 66.859 por heladas y 813 por incendios. Foto: Fabián Uribe Betancur.

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, en los principales mercados se ha registrado una disminución de precios en habichuela, pepino, pimentón, papa criolla y arracacha, mientras que la arveja verde en cáscara, maracuyá y lechuga batavia están experimentando aumentos.

La entidad resalta que se está implementando un plan transitorio para hacer frente a los efectos del evento climático y así prevenir el aumento de precios o la escasez de alimentos. Entre las medidas incluidas se encuentran la entrega de semillas resistentes a la sequía, la instalación de sistemas de almacenamiento de agua, la adecuación de espacios para almacenar bloques nutricionales para el ganado y campañas de vacunación para animales.

La ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, aseguró que hasta el momento no se han registrado desabastecimientos ni aumentos de precios en alimentos debido a la situación climática que enfrenta el país.

“Hoy le puedo decir con tranquilidad a la sociedad colombiana que no hay efectos hasta el momento del fenómeno de El Niño en el precio de los alimentos. Sin embargo, estamos atentos para reaccionar, porque no vamos a permitir que haya especulaciones”, señaló la ministra Mojica.

Afectaciones a los productores

Los productores de papa del país se han visto afectados económicamente por los efectos del fenómeno de El Niño, que ha provocado cambios en la temperatura, sequías y heladas.

Conforme a datos del Observatorio Colombiano de Papa (OCP) de la Federación Colombiana de Productores de Papa, Fedepapa, la ausencia de agua puede debilitar el proceso de fotosíntesis, reduciendo el número de tubérculos por planta, situación que ocasiona que las plantas sean más susceptibles en el aparecimiento de plagas como la polilla guatemalteca, la pulguilla, el tostón, trozadores, los tiroteadores y la mosca blanca.

Para Sergio Martínez, agricultor e integrante de la Cooperativa Agrícola Especializada de La Unión, y presidente del Comité de Regional de Fedepapa en Antioquia, durante el último año los cultivadores de este tubérculo en el Oriente antioqueño se han visto afectados por cambios de temperatura y plagas.

“Desde mediados del año pasado hasta ahora, hemos experimentado principalmente un clima de verano, lo que ha afectado nuestros rendimientos en el desarrollo de cultivos. Además, lo poco que logramos producir se ve amenazado por un gran enemigo: la Palomilla Guatemalteca, que se alimenta de los tubérculos”, resalta Martínez.

Según el Ministerio de Agricultura, en Colombia se siembran aproximadamente 130 mil hectáreas y se producen cerca de 2.8 millones de toneladas de papa al año, con variaciones que dependen del comportamiento climático y de la evolución de los precios pagados al productor.

Para lograr el máximo rendimiento en términos de eficiencia y calidad, el cultivo de papa requiere temperaturas ambientales entre 20 y 25 grados centígrados, y generalmente se emplean técnicas que incluyen el uso de fungicidas e insecticidas.

Martínez señala que, durante los periodos de escasez de lluvias, como el que se presenta actualmente con el fenómeno de El Niño, las aplicaciones de plaguicidas, compuestos químicos utilizados para el control de plagas, no son tan efectivas debido a que: “Es imposible llegar con las aplicaciones que hacemos porque no tenemos humedad, que es el vehículo para transportar, estos ingredientes activos y para que haya un buen control exacto’’. Esto obliga a los productores a gastar más dinero en la compra de estas sustancias químicas.

Agrega el productor de papa Martínez que la única solución para enfrentar estos problemas es recurrir a los riegos de agua manuales. Sin embargo, para un agricultor colombiano promedio, esta técnica no está al alcance, y mucho menos lo están las fuentes de agua necesarias para llevarla a cabo correctamente.

Martínez, campesino de La Unión, destaca que por el momento el precio de la papa se mantiene estable; sin embargo, advierte que el fenómeno de El Niño ya está causando efectos negativos, aunque estos no se reflejan en el precio al consumidor. “Estas afectaciones se pueden observar en la calidad y en la cantidad de toneladas producidas en comparación con el rendimiento de hace un año”, aseguró.

Campesino trabajando en los cultivos de café en Hispania, Antioquia, mientras la región enfrenta los efectos del fenómeno de El Niño, que ha alterado las condiciones climáticas y afectado la producción agrícola.
La Federación Nacional de Cafeteros (FNC) informó que debido a los efectos del fenómeno de El Niño en las cosechas, se registra un incremento en la presencia de café tipo pasilla a nivel nacional. Estos son granos con defectos como brocados, vinagres, anomalías de color y fragmentaciones. Foto: Valentina Pineda Lamus.

Los efectos del fenómeno de El Niño también están afectando otros sectores agrícolas como la caficultura. Según el director del movimiento campesino Dignidad Agropecuaria, Óscar Gutiérrez, la cosecha que está en curso estaría siendo afectada por la roya y otras plagas, debido al intenso verano. “El Fenómeno del Niño tiene afectados a los productores. Hay una infestación altísima de la roya y de la broca. La cosecha que se va recoger va a estar muy averaneada”, puntualizó.

Conforme a datos del Sistema de Información Cafetera, SICA, Colombia continúa consolidándose como uno de los principales referentes en la producción de café a nivel mundial. Destacándose por su sabor, calidad y suavidad.

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También resalta que en Colombia existen actualmente 548 mil familias dedicadas a la producción de café, distribuidas en 23 departamentos y 603 municipios del país, lo que demuestra la amplia presencia y alcance de la caficultura a nivel nacional.

Además, el SICA estima que existen más de 658 mil fincas cafeteras en el país, se siembran más de 842 mil hectáreas de café en todo el territorio nacional, lo que muestra la extensión de los cultivos y la importancia que tiene esta actividad para la economía colombiana.

De acuerdo al informe Variabilidad climática en la zona cafetera colombiana asociada al evento de El Niño y su efecto en la caficultura del Centro Nacional de Investigaciones de Café, Cenicafé, los efectos de este evento climático “sobre la zona cafetera, no se pueden generalizar, es así como en algunas regiones con bajo brillo solar y altas precipitaciones su efecto puede ser benéfico para la producción de café, por los incrementos en el brillo solar. En otras regiones puede ejercer una acción perjudicial, como por ejemplo, en zonas cálidas, con suelos de baja retención de humedad y en regiones con lluvias menores a 1500 mm al año”.

El informe de Cenicafé también destaca que la disminución de las lluvias puede causar daños en los frutos del café, lo que resulta en granos vacíos, parcialmente formados, negros y pequeños.

Jorge Vergara, Campesino, fundador del proyecto productivo Café de la Cascada y presidente de la Cooperativa Agropecuaria de Girardota, Campogir, comenta que la producción de café en el municipio de Girardota se ha visto afectada debido a las variaciones climáticas que aceleran la maduración de los frutos durante su desarrollo, alterando los tiempos de cosecha.

“En este momento estamos descuadrados con los tiempos de cosecha por los cambios de clima. No sabemos con exactitud si esta temporada va a ser traviesa, pues si la cosecha va hasta tal fecha. Debido a la poca lluvia que se ha registrado en los últimos meses, se ha acelerado mucho el crecimiento del grano. Hemos tenido granos de café irregulares o vacíos y esto afecta la producción”, explica Vergara.

El presidente de Campogir señala que actualmente la aplicación de los abonos se ha vuelto complicada debido a la falta de lluvia en la zona, lo que dificulta que las plantas puedan asimilar correctamente estos nutrientes.

Además, la aplicación de los abonos en Girardota se ha vuelto complicada debido a la falta de lluvia en la zona, lo que dificulta que las plantas puedan asimilar correctamente los nutrientes. Vergara, fundador del proyecto productivo Café de la Cascada, comenta que: “Si uno abona con mucho sol, prácticamente la tierra no tendrá tiempo para absorber los nutrientes, y mucho menos las plantas. Por eso, se debe hacer durante épocas de lluvia. Sin embargo, con el fenómeno de El Niño, ya no se sabe qué día abonar, porque puede que llueva un día y al siguiente no. Esto nos obliga a buscar otras alternativas como la irrigación o la aplicación foliar para ayudar a nutrir las plantas”.

Por otro lado, Leidy Jaramillo, campesina e integrante de una familia productora de hortalizas y frutas, y que hace parte del proyecto turístico Café de Historias en Jardín, Antioquia, detalla que desde diciembre del año pasado ha llovido poco en la zona, lo que ha afectado a los cultivos de café, cebolla, plátanos, aguacate y tomate.

“Ha sido imposible sembrar, ya que sin agua las semillas no pueden germinar. Todo se ve muy árido, la verdad. Los pocos cultivos de hortalizas se están muriendo por falta de agua. No es lo mismo regarlos que esperar a que llueva, ya que al regarlos el agua se evapora más rápido, lo que ocasiona que se quemen, como ocurre con la cebolla”, comenta Jaramillo.

El Ideam anunció el 5 de abril que el fenómeno de El Niño está activo, pero ya ha comenzado a debilitarse durante los meses de abril, mayo y junio. Según la entidad, se espera que La Niña inicie en el segundo semestre del presente año.

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