¿Recuerda cómo vivió su primer amor? ¿Qué signo dejó huella en su corazón? En Diario de una acuariana, la escritora Deniris Daza se adentra en su pasado, a través de relatos reales, para intentar responder una pregunta que todos nos hemos planteado: ¿qué es el amor?
Diario de una acuariana es una obra que transita entre los recuerdos y vivencias de Deniris Daza, quien nació en la antigua Unión Soviética, vivió su infancia en Venezuela y se consolidó como escritora en Colombia con su más reciente obra.
En esta autobiografía de ficción, cada signo del Zodíaco se convierte en un hilo que une las doce historias de amor que han marcado su vida, influenciadas por la magia de las fábulas que sus abuelos le contaban en las noches. La escritora transforma sus recuerdos y sueños en historias vibrantes, creando un espacio donde el amor se muestra en todas sus formas y colores.
Los personajes que habitan sus páginas son seres intensos, repletos de variaciones y contradicciones, que la autora retrata con la delicadeza de una artista. Allí están el amor de madre, el eco de las risas de los abuelos, los amores tóxicos que se deslizan como serpientes por las noches, los idílicos que brillan como estrellas fugaces, y esos amores imposibles que se despliegan con el dramatismo de una novela.
Deniris, con su prosa envolvente, nos sumerge en un universo donde el poliamor es una danza de almas, un juego arriesgado que desafía las normas, como un carnaval de emociones. En este viaje introspectivo, la autora nos recuerda que el amor es un laberinto lleno de espejos, donde cada reflejo revela una verdad oculta. Así, con la maestría de una cronista de lo real maravilloso, la autora nos invita a explorar el caos y la belleza de la vida, dejando una huella imborrable en el corazón de quienes se atreven a leerla.

Breve Medio conversó con Deniris Daza, autora del libro, quien también es comunicadora social, guionista y productora, para explorar cómo fue la elaboración y producción de su primera obra autopublicada, titulada Diario de una acuariana.
El diario narra los doce amores que han marcado su vida a lo largo de los años. ¿Por qué contarlos a través de una autobiografía de ficción?
Al principio no tenía claro qué género quería hacer, ni si iba a seguir uno en particular. Lo que estaba escribiendo en ese momento era más bien una provocación de una memoria, pero terminó siendo algo más cercano a una autobiografía. Yo diría que la mayor parte del contenido del libro corresponde a cosas que realmente me sucedieron, aunque hay algunos matices de ficción para cerrar ciertas situaciones.
Terminé eligiendo este género porque lo que quería contar era tan personal que necesitaba transmitir una sensación de realidad y empatía. Eran historias que podrían sucederle a muchas personas, especialmente en lo relacionado con los diferentes tipos de amor que se viven, por lo que decidí enfocarme en ese camino.
En este diario, uno esperaría encontrar las historias de manera cronológica, con cada entrada titulada según el día de cada suceso. Sin embargo, sigue la secuencia de los signos del Zodíaco. ¿De dónde surge la idea de narrarlo de esta forma?
Me gusta el concepto que presenta el Tarot y el Zodíaco, especialmente la idea de que perteneces a un todo. Esa es también la propuesta de los signos zodiacales: a través de los arquetipos de cada signo, te cuentan una historia, como una especie de rueda zodiacal. Quería incorporar esa visión en mi libro, crear mi propio universo y Zodíaco a través de estos amores, lo cual fue una forma de conceptualizarlo y hacerlo más accesible. Aunque las historias son diferentes, las unía, lo que fue uno de los mayores retos. Esta decisión fue personal, ya que me atrae lo místico y lo desconocido, y conceptualmente me parecía algo poderoso. Ha funcionado bien, porque mucha gente piensa que el libro tiene que ver con el horóscopo, pero en realidad no es así, aunque sí toma la estructura de los ciclos zodiacales.
Este libro aborda temas como el amor, el desamor, la muerte y las relaciones familiares. ¿Qué papel desempeñó su abuelo en impulsar la escritura de esta obra?
Mi abuelo fue un hombre que me enseñó a ser rebelde, pero también a ser vulnerable. No sé si a quienes lean esta entrevista les ha pasado, pero en nuestras familias latinas usualmente no hablamos del amor o de las emociones tan abiertamente. Sin embargo, mi abuelo, a pesar de pertenecer a su generación, era abierto y vulnerable en cuanto a cómo veía la vida. Esa forma de pensar me ayudó a llegar hasta este libro. Por supuesto, mi abuela también tuvo una gran influencia. Aunque menciono más a mi abuelo en el libro por su influencia intelectual, mi abuela fue la primera persona que me conectó con una idea de amor muy latinoamericana, un amor quizás más sufrido, pero que también refleja el concepto que muchas mujeres tenemos sobre el amor.
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Cuéntenos, ¿cómo fue la construcción de los personajes y las historias plasmadas en el diario?
La construcción de cada personaje y su propio mundo fue algo muy particular para cada historia, porque había algunas que fluían mucho más fácilmente que otras. Traté de escribirlas en secuencia, según las experiencias, pero al final me costó mucho escribir la historia de mi abuelo. No quería cerrar el libro con esa historia, sentía que había un pequeño duelo. Incluso paré un tiempo porque sentía que me estaba desmembrando al terminarla, así que le di muchísimas largas a ese capítulo.
Sin embargo, hubo otras historias que requirieron una construcción más profunda del personaje, como la del capítulo de Cáncer, que es la historia de una tía que falleció antes de que yo naciera. Para poder entender su dinámica, tuve que hacer una reconstrucción con la ayuda de la familia. Esto fue complejo, ya que utilicé cronogramas y diagramas de flujo.
Algo muy especial para mí, y que quería que el libro reflejara, es la influencia afro. Traté de resaltar en las descripciones físicas los rasgos característicos de las personas afrodescendientes, como los labios gruesos y los dientes blancos, que son propios de mi familia. Quería que ese componente se notara.
En su libro explora momentos difíciles y dolorosos de su vida. ¿Cómo fue el proceso de plasmar esos sentimientos en palabras?
Fue complejo porque, aunque en algunas historias podía distanciarme, como en el capítulo de Cáncer, donde el dolor del suceso se volvía más fácil de manejar, había otras, como el capítulo de Géminis, que ya no eran tanto heridas personales, sino familiares, y de las cuales ya había sanado. Sin embargo, al leer el libro completo, te das cuenta de que la muerte es un tema recurrente en mi vida. Escribir una memoria es emocionalmente desafiante, porque revives momentos que te dolieron. Por ejemplo, pensé que podría abordar el capítulo sobre mi papá con mayor frialdad, ya que soy adulta y he sanado, pero al escribirlo, me encontré reviviendo esos momentos como cuando era niña. Sentí compasión, incluso por él, porque desde mi perspectiva adulta podría verlo de otra manera, pero al recordarlo, la experiencia fue distinta.
¿Cuál es el significado del amor para usted después de esta creación?
Para mí, el amor es servicio, aunque a menudo me lo cuestiono. Una forma muy personal de amar es hacer que las personas imaginen cosas. En el mundo actual, donde parece que a muchos les cuesta vincularse con ideas o compartir un poco de su propia imaginación, creo que esa puede ser una forma de amor, y diría que es la mía. Además, algo muy especial que solo hago con quienes realmente amo o con quienes tengo un vínculo profundo es leerles. Lo hago con pocas personas, porque creo que la lectura y lo que elegimos leer son experiencias muy íntimas. Los pensamientos y cuestionamientos que surgen de ese acto son muy personales, como un espacio compartido que solo se da en la cercanía.
Su libro fue autopublicado. ¿Cómo ha sido iniciar un proyecto literario independiente en Colombia?
Es bastante difícil, especialmente en Colombia, donde hay ciertas complejidades. Los caminos para encontrar un espacio y poder escribir una obra son complicados. Tengo muchas amigas que también están en este mundo de intentar autopublicarse. En mi caso, tuve el privilegio de financiar mi propia obra, pero los gastos que rodean el libro son un reto, sobre todo el sistema de distribución. Es muy difícil sobrevivir a eso, ya que los porcentajes que le quedan al autor son irrisorios. Y no es solo un problema de Colombia; el mundo editorial en general funciona de esa manera.
Tras el lanzamiento del Diario de una Acuariana, ¿qué proyectos futuros tiene Deniris Daza en el ámbito de la escritura?
Siento que tengo muchísimo por decir, especialmente ahora desde una visión más adulta, porque gran parte de Diario de una Acuariana refleja mi perspectiva de niña o adolescente. Ahora, con un poco más de experiencia y mundo en la mente, quiero tocar temas más amplios. El futuro para mí es seguir escribiendo, espero pronto tener más libertad y espacio mental para hacerlo con la misma dedicación y pasión que tuve en su momento.
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